FABIÁN PEDRERO

Pues sí, y además no se me ocurría otra manera de empezar este post. Mi área de expertise se haya en la difusa frontera entre las ideas y el desarrollo de las mismas para convertirlas en proyectos y negocios digitales. Esto es lo que llevo haciendo en estos últimos 10 años.

En mis clases en la Universidad comienzo y termino hablando siempre de diseño, el diseño es mi ADN, es mi pasión, el diseño lo es todo para mí.

Pero últimamente estoy algo preocupado y he de decirlo. Preocupado porque detecto en estos tiempos de excitadísima y acelerada presión emprendedora, una cierta dejadez, quizás desinterés en lo que al diseño de proyectos y productos digitales se refiere.

Alguien dijo que la ejecución es siempre más importante que las ideas. ¡Correcto!.

Y además vivimos en un época de constantes cambios tecnológicos, cambios que nos hacen salir al mercado con nuestros proyectos muy pronto, quizás demasiado.

Yo siempre opino que si no eres capaz de contar (storytelling) y comunicar una buena idea, ya sea en tu pitch, en tu tarjeta de visita, un mail, en tu landing page, en tu Business Model canvas, un CTA, tu firma de correo, el copy de tu carrito abandonado, tu página 404, un form, etc….nunca serás capaz de dar el siguiente paso, el importante, y lo peor es que ni lo sabes.

Y en esto consiste el diseño, a todo esto te ayudará el diseño, a pasar de la idea a la acción, a bajar tu maravillosa colección de presunciones e ideas de las nubes para aterrizar en una bonita mesa de IKEA.

Veo muy a menudo ideas y modelos de negocio fascinantes que se pierden y se olvidan antes de llegar a la página 3 de un triste powerpoint.

Y veo a menudo, y más de lo que desearía, compañías con portfolios sugerentes tras un aburrido - otro más - “theme” de moda de Word Press. Odio Word Press.

También es cierto que he visto y he vivido proyectos de diseño alucinantes con maravillosos LAUS a sus espaldas que no han monetizado ni para cubrir los costes de un hosting tras haber pasado meses buscando su primera ronda de inversión. Y he visto proyectos horriblemente feos que tardaron años en contratar a los mejores estudios de diseño (para que les hicieran un rebranding) mientras facturaban muy decentemente y alcanzaban rápidamente su market fit.

Aquí no hay fórmula mágica ni ingrediente secreto, aquí solo hay maneras y maneras de hacer las cosas. Y una cosa importante que no hay que confundir, la más importante quizás, el diseño es como funciona, no lo que ves. El diseño no es el front ni es el back, es todo unido funcionando en perfecta armonía, solucionando problemas reales de los usuarios y haciéndole cosquillas a alguien en el cerebro. Eso es amor. Y si llega el amor llegará el negocio.

Aquí hablamos mucho de Lean Startup y metodologías ágiles, pero no hablamos de lo que se tarda en hacer cosquillas en el cerebro, que suele ser un periodo de tiempo inferior a los 5 segundos. Esto no te lo dice ningún estudio de ninguna prestigiosa universidad americana (que también); esto te lo dirá la calle, te lo dirás tus leads, te lo dirá tu usuario, te lo dirá el que podría ser tu próximo cliente, te lo dirá hasta tu primer business angel. ¡PUM!.

Se nos llena la boca de Producto Mínimo Viable (MVP), de que hay que salir y lanzar tu proyecto al mercado cuando esté feo y te avergüences de él. Error.

Es importante por supuesto testar rápidamente el interés de los posibles usuarios por nuestra idea, perfecto. Pero si no eres capaz de convencer y enamorar a alguien en menos de 5 segundos para que se quede en tu Landing Page es que ya estás muerto. Por muy bonito y aportador de valor y solucionador de problemas que sea lo que le vayas a vender después. Ya estás muerto y no lo sabes.

Por eso yo siempre prefiero hablar de MLP Minimum Loveable Product.

Tenemos que hacer cosas que los usuarios amen, y para caer “in love” siempre se empieza con una mirada, y eso ya sabes que serán menos de 5 segundos...

Si buscas el amor, este será tu camino, si buscas sólo un rollito de una noche, allá tú...

Ya somos muchos -demasiados- haciendo las mismas cosas y con idénticas propuestas de valor. Ha llegado el momento en que pienses que quizás sea el “cómo haces las cosas” lo que hará que te diferencies del resto, lo que provocará las cosquillas de tus usuarios.

Y eso es el diseño, el cómo funcionan las cosas.

Que seáis muy felices y que por favor provoquéis muchas cosquillas en el cerebro.

“La gente se cree que diseño es como se ven las cosas. Pero si miras en profundidad, el diseño es como funcionan las cosas”. Steve Jobs

FABIÁN PEDRERO. Business Development & Marketing Strategist, Influencity
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